Lo primero que vamos a hacer es pelar las cañas de azúcar, cortarla en bastones y colocar los bastones de caña en una olla de barro, o cualquier otro recipiente apropiado para la ocasión.
Luego sigue el turno de las manzanas, a las cuales les debemos quitar el corazón y cortar en cubos pequeños. Por mi parte siempre conservó las cáscaras, pero por higiene se puede optar por pelar las manzanas.
Ahora toca el turno de las peras, estas también deben ser cortadas en cubo, luego de extraerles el corazón. Una vez más es opcional conservar o no la cazcarra, por mi parte, también se las dejo limitándome a lavarlas con cuidado.
Las guayabas alcanza con cortarlas en cuatro pedazos, al igual que los tejocotes.
Llega el momento de llevar la olla al fuego agregando los 6 litros de agua y dejando hervir por 20 minutos. En este tiempo, la fruta deberá ablandarse y el agua comenzará a verse como un caldo
Llega el turno de agregar el tamarindo, las pasas de ciruela y la jamaica.
Por último, solo resta agregar los clavos de olor, el piloncillo, azúcar y canela. Dejamos hervir un poco más hasta que el cien por ciento de la fruta se encuentre cocida y el olor a la canela comience a invadir el ambiente.
¡Y listo! Ya está preparado el tradicional ponche de frutas navideño, un infaltable en las fiestas mexicana