Una vez que tengamos listo el relleno, llega el turno de ocuparnos del pollo.Lo primero que tenemos que hacer es limpiar el pollo por dentro, sin abrirlo (solo por el agujero trasero que los carniceros usan para eviscerar al ave), limpiar su interior con abundante agua, garantizando que se encuentra correctamente eviscerado. Luego, cocemos su cuello, para evitar que el relleno escape por ese sitio. Una vez tengamos el pollo listo, le ponemos sal y pimienta, especialmente por fuera, ya que por dentro el relleno le aportará suficiente sabor al ave.
Luego buscamos un recipiente donde el pollo entre cómodamente, lo acomodamos en su lugar, y ponemos todo el relleno en su interior. No dudes en hacer presión para que entre la mayor cantidad de relleno posible.
Dato importante: Si el relleno sigue algo líquido, simplemente escurrimos cada puñado en las paredes del recipiente antes de rellenar el pollo.
Una vez que ya no entre más nada, cocemos la parte trasera del pollo, llenando por completo el platillo.
Ahora solo resta llevar el pollo a un horno precalentado en 180ºC, donde se cocinará durante una hora.
Hidratar el pollo con cerveza, para que adquiera algo de gusto la parte exterior del animal. Cada 15 minutos, puedes usar un cucharón para untar el líquido del recipiente para hidratar nuevamente el pollo.
Luego de una hora de cocción, el pollo relleno ya estará listo.
Decora la bandeja de presentación con un colchón de lechuga, y unos tomates cherry. Y si eres fanatico de los agridulce, intenta decorarlo con salsa de arándanos. Por mi parte, prefiero pintarlo con mostaza, luego de 40 minutos de cocción.
¡Y listo! Un delicioso pollo relleno navideño, para que puedas lucirte en estas fiestas.