Se limpia la carne. Nota: si el lomo tiene su grasita suave y amarilla encima, no se le junta con los sesos.
Al hígado se le quita la membrana exterior y las venas y al riñón se le quita la parte blanca del centro y se lava con naranja agría y limón.
El seso se remoja en agua con un buen chorro de vinagre por 20 minutos y se le va quitando poco a poco toda la membrana que lo recubre.
Ya rebanada la carne y después de tener los huesos remojados un rato en agua fría, se pone al fuego (menos el seso que se pone cuando ya está hirviendo y se retira cuando se siente que está cocido), luego se le pone un pedazo de recado de bistec desleído en agua, una cabeza de ajo asado y el jugo de ½ naranja agría.
Cuando la carne se ablanda se le ponen 3 tomates grandes cortados (la semilla se pone en una taza y luego se cuela el jugo al guiso), 1 cebolla chica cortada en cuartos, unos gajos de cilantro, hierbabuena y si no hay niños, unos chiles verdes.
Se sirve con salpicón de cilantro y rabanitos picados, limón rebanado, naranja agría y chile habanero.
Se pueden hacer a la parrilla unas tostadas de tortilla de otro día para el caldo.